Yolanda D. P.
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PÉSIMA EXPERIENCIA CON UNA REPARACIÓN
Solicité el cambio de la llave general de agua, un trabajo sencillo que podría haberse resuelto en unos 15 minutos, pero que terminó alargándose innecesariamente durante 2 horas.
El “profesional” que vino no trajo la llave adecuada, algo que debería haber previsto. En lugar de venir preparado con varias opciones, tuvo que ir a la tienda a buscarla. Lo más absurdo fue que después, al regresar, se pasó tres cuartos de hora adicionales intentando quitar la arandela de la llave antigua, cuando lo lógico habría sido, en su primer desplazamiento a la tienda, traer una nueva ya con su arandela correspondiente. Al final, volvió nuevamente a la tienda.
Dudaba si realmente este comportamiento era fruto de la improvisación o si era una estrategia para inflar la factura. Pero mis sospechas se confirmaron cuando fui a pagar: le comenté a la dueña que no estaba conforme con estos desplazamientos evitables y llamó al técnico, quien tuvo la desfachatez de decirme que había intentado ahorrarme el coste de la arandela (3€ que acabé pagando). Una excusa inverosímil, ya que su tiempo vale mucho más que una simple pieza (43€/hora que TAMBIÉN tuve que pagar).
Como digo, TERMINÉ PAGANDO AMBOS CONCEPTOS. La dueña tampoco mostró interés en solucionar el malentendido y me dijo con desfachatez que lo encontraba "barato". Por si fuera poco, otro supuesto "profesional" de la tienda añadió que tuve suerte de que no hubieran tenido que pedir la llave a fábrica...
Pagando finalmente 130€, me sentí no solo estafada y engañada, sino también maltratada verbalmente por tres personas a la vez. Me pareció una experiencia muy poco profesional y carente de honradez.
No deberían tratar así a los clientes.
NO LOS RECOMIENDO.
[Actualización tras comentarios – respuesta al propietario:]
Aclaro que el tiempo fue el que observé personalmente: 15 minutos de trabajo real sobre la llave, frente a las dos horas facturadas, que incluyeron dos desplazamientos a la tienda y 45 minutos absurdos intentando quitar una arandela que fácilmente podría haberse sustituido.
Rechazo de plano las explicaciones ofrecidas por tres personas distintas: la dueña y dos empleados. La del técnico carece de toda validez por ser parte implicada en el servicio. La del otro trabajador, igualmente desautorizada, no deja de ser la voz de alguien vinculado directamente a la empresa. Y la de la responsable, sencillamente ofensiva y condescendiente.
Adjunto con esta actualización una imagen de la factura, con el NIF tachado. El resto de datos están publicados abiertamente por la propia empresa en su web y en Google Maps. Considero que los consumidores tienen derecho a conocer esta información antes de exponerse a un trato como el que yo recibí.
Lo vivido no fue solo una mala gestión. Fue una falta total de respeto, como se puede ver en los comentarios que recibió mi opinión.